Acerca de la obra:
Graduado de arquitectura, Oscar Abraham Pabón ha desarrollado una práctica artística basada en la investigación para pensar más críticamente sobre el espacio público a través de las artes visuales. Pabón crea ambientes que reflexionan sobre las esculturas producidas para espacios públicos, como monumentos y estatuas conmemorativas, y cuya narrativa histórica tiende a caer en el olvido.

Aquí, Pabón alinea ladrillos de arcilla individualmente sobre la pared, en referencia directa a la disposición minimalista de los “stacks” de Donald Judd, y los separa con figuritas de cerámica del Dr. José Gregorio Hernández (1864–1919), un doctor y filántropo venerado en Venezuela. En Stacks, la cabeza y los pies de Hernández parecen incrustarse en los ladrillos, creando una sensación de enclaustramiento. Los ladrillos usados en esta escultura se fabrican en serie, y se utilizan típicamente en construcciones informales en Venezuela, en donde el artista vivía y trabajaba en ese momento.

Stacks se planteó originalmente como una serie de bocetos en acuarela —de los cuales uno se muestra aquí junto con la escultura— que el artista exhibió y vendió a fin de poder financiar la producción material de sus ideas.

(Source: Catalogue for the exhibition Portadores de sentido)

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El artista habla sobre su obra:

Transcripción:
Mi nombre es Oscar Abraham Pabón y les hablaré sobre El objeto específico “Stacks”, una obra del 2012. Para ese entonces me interesaba lo relativo que podía llegar a ser la idea de objeto específico tomado de la tradición escultórica minimalista cuando se relaciona con una tradición cultural de un determinado país. Me percaté que la característica física de los materiales industriales también va acompañada de cualidades y materiales muy importantes. Es una dimensión antropológica y social que denota el material en determinados contextos. Un apilamiento de ladrillos de arcilla cocida que se utiliza en la construcción de viviendas en Venezuela y en buena parte de Latinoamérica poseen cargas y connotaciones emocionales que responden a las expectativas de poderse construir una casa para vivir. Hay una necesidad, un deseo, hay una fé de por medio. Por eso me interesaba que el ladrillo se observara en una progresión simple y repetida, y que diera la sensación de estar levitando, pero con la ayuda de una estructura interna. Por eso, de forma semioculta, se ven pequeñas estatuillas o figuras que son muy comunes en las creencias populares de Venezuela, como el caso del Dr. José Gregorio Hernández. Me gusta la idea de que una figura significativa de una tradición cultural fundamentada en mitos y en creencias, como es la tradición católica, también pueda compartir y relacionarse con un discurso de una estética minimalista que de igual forma está sedimentada por un material discursivo, es una obra que despliega un relato mítico, pero también un discurso histórico y local.