Con la detención en La Habana de una de las artistas más visibles de Cuba, Tania Bruguera, varias personas en el mundo del arte han llamado a un boicot de la próxima Bienal de la Habana como un acto de protesta. Otros creen que la mejor política es una de compromiso y diálogo, basada en la defensa de la bienal como un sitio histórico de resistencia al mainstream a lo largo de su historia. ¿El boicot se justifica hoy? ¿O el compromiso y el diálogo con las autoridades cubanas se presentan como una mejor política?